La cosa es así de fácil: desayuno hecho desde el día anterior.
Genial, ¿no?
Esta deliciosa avena fría nos salva en esas mañanas en las que estamos de afán y pensamos en salir de la casa sin desayunar. Por favor, ¡no salgan sin comer nada! Les tengo una idea buenísima, llévense esta avena en un tarrito para comérsela después. De esta forma, ahorran plata y comen algo delicioso y saludable.
En inglés se llaman overnight oats y la traducción literal sería avena trasnochada o también se le puede decir avena remojada. Pero ninguno de estos nombres me gusta del todo porque suenan muy raros, entonces lo dejo como avena fría.
Realmente nunca fui de comer avena hasta hace dos años, más o menos, cuando viví en Australia. Mi primera experiencia fue un poco desagradable porque allá (no sé si acá también) acostumbran a comer avena en agua caliente y, como buena turista, pensé que sin agregarle nada más (solo avena y agua caliente) tendría un buen sabor, además de sentirme súper saludable jaja. Error. Y descubrimiento # 1.
Descubrimiento #2. La avena caliente con otros ingredientes como frutas, miel, vainilla, canela, entre otras especias, es INCREÍBLE. ¡Vayan a ver mi Bowl de Avena con Chocolate!
Descubrimiento #3 (y el más importante para este post). La avena fría es una bendición.
Pueden agregarle los mismos ingredientes que a la caliente, pero ésta sólo se mezcla y se debe meter a la nevera por más o menos 8 horas. Así de fácil tenemos un desayuno rico en carbohidratos de lenta absorción, fibra y ácidos grasos…es decir, mucha energía para comenzar nuestro día.
Aunque generalmente pienso en esta receta como un buen desayuno, ¿qué tal si nos llevamos este tarrito al colegio/universidad o al trabajo para un snack? Me parece genial porque es súper saciadora y así evitamos los azúcares refinados de muchos productos a los que estamos tentados durante todo el día.
En esta receta, sólo se necesitan 4 ingredientes como base para lograr la avena más cremosa y dulce del universo.
Avena en hojuelas, banano para endulzar (si no les gusta pueden reemplazar por miel), leche de almendras y semillas de chía. Y justo antes de comérsela, le agregan fruta fresca y mantequilla de maní, que va increíble con todo. O también pueden mezclarla con mi Mermelada de Mora y queda espectacular. ¡Voilà! Desayuno perfecto en 5 minutos.
Si prueban esta receta, por favor háganmelo saber por medio #macabites en Instagram. Me encanta ver todas sus creaciones.
María Camila Mosos
Porciones: 1
7 minTiempo de preparación
7 minTiempo total
Ingredientes
- 1/2 taza de avena
- 1/2 taza + 2 cucharadas de leche de almendras (puedes usar una parte leche y la otra yogurt)
- 1 banano maduro
- 1/2 cucharada de semillas de chía
- 1/4 cucharadita de canela (opcional)
- Fresas u otras frutas como mango, papaya, kiwi, durazno.
- Mantequilla de maní o cualquier nuez
- Nueces como almendras, marañones, avellanas
- Más canela
Instrucciones
- En un tarrito que puedas cerrar después, agrega la leche, las semillas de chía y la canela y mezcla bien. Añade después la avena y mezcla bien, asegurándote de que queden bien cubiertas por la leche.
- Con la ayuda de un tenedor, haz un puré con el banano, agrégalo al tarrito y mezcla muy bien.
- Tapa y deja en la nevera toda la noche o al menos 7 horas.
- Al día siguiente, agrega fruta fresca, mantequilla de nueces o nueces y disfruta.
NOTAS:
- Acompáñenla con sus especias favoritas. Pueden añadir más cosas como maca, jengibre o cúrcuma en polvo.
- Si desean que quede más espesa/ densa de textura, usen la mitad de la medida de leche de almendras y la otra mitad agreguen yogurt griego.
- Es mejor consumirla inmediatamente, aunque se conserva en la nevera por 2 días. Sin embargo, si es para consumirla mucho después, es mejor añadir el banano a poco antes de que se vaya a comer.
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