
Ayer, 5 de junio, se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente. Aprovechando esto, decidí hacer un video y escribir este post de cómo conservar tus alimentos y evitar el desperdicio de comida. Porque es genial que estemos conscientes de que el mundo necesita un cambio, pero debemos actuar porque el desperdicio de comida es una problemática que, afortunadamente, tenemos la oportunidad de solucionar con acciones del día a día.
Como consumidores, tenemos la responsabilidad de prevenir el desperdicio para crear una relación mucho más amigable con el medio ambiente. Ya que 1.3 billones de toneladas de comida son desperdiciadas en todo el mundo anualmente, lo cual equivale, aproximadamente, 1/3 del total de alimentos producidos.
En consecuencia, la acumulación de estos desperdicios en los rellenos sanitarios y su descomposición genera líquidos, lixibiados y gases que generan daños en el ambiente, siendo el gas metano el más dañino y abundante en este caso.
¿Qué podemos hacer para reducir el desperdicio de alimentos?
Hay varias cosas que personalmente hago y hoy quiero compartirlo con ustedes. Claramente se alejan de la perfección, pero tengo la creencia de que con pequeñas acciones podemos hacer grandes cambios.
- Hacer una lista antes de salir de compras. También pueden hacer un menú semanal para saber exactamente qué necesitan.
- Comprar sólo lo necesario.
- Organizar y almacenar los alimentos de forma eficiente. En donde se conserve pero no la olvidemos.
- Compostar. Sinceramente, empecé a hacer esto el mes pasado y me ha encantado. Pueden hacerlo ustedes mismos, pero también pueden contratar a una empresa para que recoja sus desperdicios orgánicos y los composte (es es lo que yo hago). El compostaje es un proceso que permite transformar de manera segura los residuos orgánicos en abono natural, evitando que terminen en los rellenos sanitarios y, de esta forma, contribuyendo a la restauración del suelo.
¿Cómo almaceno mis alimentos de forma correcta?

Primero, me gustaría dejar claro que estos tips son los que funcionan en mi casa y me hace muy feliz compartirlos. Sin embargo, no significa que sea la ÚNICA forma, pues sé que hay otras formas también efectivas de guardar nuestros alimentos.
Después de leer varias páginas en internet y ver videos, concluí algunas cosas:
Hay factores que afectan el estado de nuestras frutas y vegetales.
- La temperatura ambiente de donde vivimos. Por ejemplo acá en Bogotá, dejar los alimentos por fuera de la nevera no incide tanto como si lo hiciéramos en una ciudad con temperatura más elevada.
- El lugar de la nevera en donde se almacenan también afecta. Por ejemplo, entre más arriba y al fondo, más fría es la nevera. Por otro lado, los compartimientos de abajo, son más húmedos que el resto. La puerta, es el lugar que más temperatura pierde, por lo cual debemos evitar guardar nuestras leches vegetales ahí. Todos los alimentos requieren temperaturas y niveles de humedad distintos.
Los que se van a dañar pronto, deben estar en un lugar poco húmedo. Mientras que los nuevos, deben estar en uno más húmedo. - Lavarlos. Hay algunos alimentos que es más conveniente lavarlos apenas se compran y hay otros que es mejor lavar unos momentos antes de consumirlos. Por ejemplo, las hojas verdes y frutas y vegetales con piel dura o poco porosa, pueden lavarse antes y secarse muy bien. Al contrario, vegetales como el coliflor, brócoli y cebolla es mejor lavarlos justo antes de consumirlos porque, de lo contrario, pueden acumular humedad y dañarse fácilmente.
- Gas etileno. Este gas es producido por frutas y vegetales en su proceso de maduración. Debemos tener en cuenta que hay algunas que lo producen en grandes cantidades y otras que son MUY sensibles a este gas y se dañan al estar en el mismo lugar o cerca.
– Grandes productores de gas etileno: Banano, mango, tomate, cebolla, manzana, melón, uvas, ciruela, aguacate.
– Sensibles al etileno: Brócoli, hojas verdes, zanahoria, papas, espárragos, pepino. ¡Mantengan estos alimentos lejos de los primeros! - Tiempos de consumo. Hay algunos alimentos que sí o sí duran frescos menos tiempo que otros.
– Consumir más pronto (2-5 días): frutos rojos, durazno, bananos, hojas verdes.
– Consumir en 5-7 días: crucíferos, pimentón, berenjena.
– Consumir a largo plazo (1-2 semanas): vegetales de raíz como la remolacha, papa, rábanos, jengibre, limones, manzanas. - Cantidad de comida en la nevera. Si llenamos los compartimientos de comida, no hay un flujo indicado de aire. Lo cual causa que los alimentos se dañen más fácil y rápido.
Tips de almacenamiento por nivel de humedad y producción de etileno:
Los que podemos almacenar en los compartimientos más húmedos. Son sensibles a la pérdida de humedad o al gas etileno. Lista cortesía de The Ktchn:
- Brócoli
- Coles de Bruselas
- Repollo
- Zanahoria
- Coliflor
- Habichuelas
- Hojas verdes
- Arvejas
- Frutos rojos
- Pimentón
- Sandía
En compartimientos menos húmedos. Son alimentos que no son sensibles a la pérdida de humedad y son productores de etileno:
- Manzana
- Aguacate
- Melón
- Kiwi
- Mango
- Papaya
- Pera
Hay algunos alimentos que es mejor mantener fuera de la nevera:
- Cebolla.
- Tomate
- Bananos
- Aguacate (hasta que madure)
- Papaya, piña, melón, sandía (hasta que maduren)
- Duraznos
- Limones
- Ajo
Tips por alimento:


Hojas verdes: A mí me funciona lavarlas con anticipación, dejarlas secar muy bien y guardarlas de dos formas: en un recipiente con papel absorbente, por capas para no acumular la humedad. La otra forma es hoja por hoja en una tela o trapito e ir enrollando.
Para lavarlas, las sumerjo durante 10-15 minutos en agua fría, vinagre y bicarbonato de sodio. Las medidas son: 1 parte de vinagre por 3 de agua. De bicarbonato son 14 gr por litro de agua.
La clave es dejarlas secar MUY bien.

Frutos rojos: Me funciona con las fresas, los arándanos, cerezas y moras. Con las frambuesas no tanto. Uso la misma mezcla de agua, vinagre y bicarbonato, los lavo y los seco muy bien.
Pueden almacenarlos en un recipiente con papel absorbente en el fondo o también pueden poner un trapito o tela.

Zanahoria y apio: Los almaceno de la misma forma. En un recipiente con agua. Pueden durar como 2 semanas de esta forma y se mantienen crocantes y frescos.
Lo único que hago es, para la zanahoria, pelarla (a menos de que sepan de su procedencia y no usen químicos), picarla en bastones y sumergirla en un tarrito con agua fresca.
Para el apio, le quito las hojas (guárdenlas para una sopita o caldo vegetal), lavo bien los tallos y también los corto y sumerjo en agua. Ambos los refrigero.
La zanahoria también se conserva bien en bolsas de plástico con huequitos.


Brócoli: Hay dos formas de guardarlo. La primera es envolviéndolo en una tela o trapito para que éste absorba la humedad. La otra es dejándolo en un vasito con agua, así como si fuera una planta. Sorprendentemente funciona MUY bien.

Coliflor: Es bastante sensible a la humedad. ¿Han visto que se pone negrito con el tiempo? Para evitar esto, pueden envolverlo en una bolsa de papel o tela y dejar el tallo hacia abajo y la cabecita hacia arriba. Así evitamos que la humedad se almacene.

Hierbas aromáticas: Lo que más me ha funcionado es guardarlas en envases con agua y en la nevera. Yo las cubro con una bolsita de papel para que mi nevera no “las queme”, pero eso depende de la nevera. ¡Experimenta! También pueden lavarlas, picarlas y ponerlas en una hielera con aceite de oliva y congelarlas. Así quedan listas para alguna salsa 🙂
La primera técnica me ha servido con todas, menos con la albahaca.

Albahaca: No le gusta el frío. Por esta razón, la pongo en un vaso con agua y la dejo al pie de la ventana. Evitando la luz directa y a temperatura ambiente.

Champiñones: Pueden dejarlos en el empaque original, pero yo sugiero ponerles una toallita de papel o tela en el fondo del recipiente, para que absorba la humedad. También cubrirlos con la misma tela o papel, pero no tapar el recipiente, pues estaríamos atrapando la humedad.
Si los compran sueltos, pueden hacer exactamente lo mismo, pero con un recipiente como el que ven en la foto.
Recuerden no ponerlos al lado de alimentos con olores muy fuertes, pues absorben todo lo que está cerca.

Nueces y semillas: Sé que puede parecer raro, pero se conservan mucho mejor si las guardamos en la nevera. Tal vez a veces pensamos que estos alimentos no se dañan, pero ¡sí! Metiéndolas a la nevera evitamos que se vuelvan blanditas y que su sabor se torne amargo o rancio.

Pepino: Puede conservarse en un lugar oscuro y seco, al igual que la berenjena y la papa. Alejado de los productores de etileno. Igualmente, si prefieren guardarlo en la nevera, lo mejor es envolverlo en una tela o trapito para que absorba la humedad, ya que, de lo contrario, su textura puede cambiar radicalmente y tornarse blando y aguado.




Tomates, cebollas, bananos, ajo y duraznos: Estos alimentos van por fuera de la nevera. Siempre siempre. Si los refrigeramos su textura y sabor cambiarán.

Cítricos: Pueden ir por fuera o adentro de la nevera. Sin embargo, en mi experiencia específica con los limones es mejor dejarlos por fuera. Al refrigerarlos se endurecen y se secan. Al contrario de las naranjas, por ejemplo, se conservan por más tiempo en la nevera.

Berenjena: Lo mejor es guardarla en un lugar seco y oscuro porque absorbe mucha humedad y es sensible a ésta. Sin embargo, podría guardarse envuelta en tela, igual que el pepino.

Papas: También van en un lugar seco y oscuro. Es importante guardarlas lejos de la cebolla o frutas productoras de etileno. Yo las dejo en la bolsa de plástico en la que vienen (con huequitos) o también las guardo en bolsas de papel.



Frutas que pueden ir en la nevera o no: Aguacate, piña, papaya, melón, sandía. Esto depende del punto de maduración, pues es mejor dejarlas madurar y después sí meterlas a la nevera para que duren más. Por ejemplo, si refrigeran los aguacates biches y luego los sacan, su proceso de maduración se verá afectado, dando como resultado aguacates negros y amargos.
Manzana: Es una de las que más produce etileno. Y si queremos prolongar su vida, lo indicado es refrigerarla (puede durar semanas), pero lejos de los vegetales sensibles a este gas.
Espárragos: Se conservan mejor si les cortamos un cm del tallo y los ponemos en un vaso con agua. Igual que las hierbas aromáticas o el brócoli.
Cebolla larga o puerro: Pueden conservarlas en la nevera, aparte de los otros vegetales o, si tienen el espacio, dejarlas en un vaso con agua a temperatura ambiente.
Otros vegetales como zucchini y pimentón: Pieden dejarlos en la nevera en una bolsa de papel.
Vegetales como rábanos y remolacha: Si vienen con hojas, retírenselas para evitar la humedad. No boten las hojas, pueden servir para ensaladas, batidos o salteados.
Conservar frutas o vegetales abiertos: Como ven en la foto de la papaya, uso unos protectores reutilizables hechos con materiales naturales. Igualmente, hay páginas en donde venden bolsas de tela para conservar los alimentos.
¿Y el plástico?
La idea es reducir su uso mediante la utilización de bolsas de papel, telas y materiales más amigables con el medio ambiente. Sin embargo, este también es un espacio libre de juicio. Si tienen bolsas de plástico, úsenlas, reutilícenlas y sáquenle en mayor provecho antes de botarlas.
Espero que este post les sirva para almacenar mejor sus alimentos. Cualquier duda pueden dejarla en los comentarios. Los quiero.
Y recuerden que son estas pequeñas acciones y cambios los que hacen la diferencia para cuidar nuestro planeta.
Maca.
Pd. me muestran por Instagram si hacen algún cambio en sus neveras🙂
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