Nuggets de Pollo con Quínoa horneados.
¿Hay algo más perfecto?
Esta versión saludable de los nuggets de pollo tradicionales les va a encantar. Están cubiertos de quínoa, es decir, recargados de proteína vegetal y, además, son horneados y no necesitan ni una gota de aceite para quedar crocantes. ¡Yum!
Como han notado en el blog, esta es la primera receta con algún tipo de carne. Esto es porque me encanta crear recetas vegetarianas/veganas. Es raro, pero siento que esas recetas me llevan a un mayor nivel de creatividad y me llenan de vida, además amo sus colores.
Sin embargo, este plato merece un espacio en el blog porque es increíblemente rico, una versión más saludable y porque amo las cosas crocantes (prueben mis Garbanzos Crocantes o mis Papas Hasselback si ustedes también les gusta ese crunch en las comidas).
También pueden notar que tengo varias recetas con quínoa y es porque ME ENCANTA. Me parece demasiado versátil porque se puede usar tanto en platos dulces como salados, en ensaladas, postres, platos principales, sopas, etc. Además de sus increíbles propiedades nutricionales, que la catalogan como una de las semillas con más proteína.
Si quieren probar más platos con quínoa, les súper recomiendo mi Sopa Mexicana con Quínoa (es absurdamente rica), mis Barritas de Quínoa, Avena y Chocolate o, si quieren algo más ligero, mi Ensalada de Quínoa, que también es espectacular.
Ahora así, hablando de los nuggets, les puedo decir que son de los mejores que he comido y no creo que vuelvan a los tradicionales después de probar estos.
Son crocantes, el pollo suave y jugoso y el secreto para que queden deliciosos: las especias.
Las especias son importantísimas para mí a la hora de cocinar. Son las que llevan mis recetas a otro nivel de sabor, de aroma y me permiten alcanzar eso que yo llamo “comida para el alma”.
En este caso, usé ajo en polvo, sal y pimienta y la estrella del plato, la paprika. Claro, podría usar muchas más, pero creo que estas son las necesarias en este caso. Sin embargo, si ustedes le quieren agregar más especias como el orégano, romero o tomillo, también puede resultar algo delicioso.
Ahora, algo muy importante para mí: el pollo.
Hace más o menos un año era vegetariana y creo que por eso me quedó gustando tanto hacer recetas sin carne. Sin duda fue un viaje de autoconocimiento y descubrimiento para mí, pues probé una cantidad inimaginable de cosas que jamás hubiera comido antes de ser vegetariana…en realidad me encantó.
No obstante, soy creyente de que debemos escuchar a nuestro cuerpo y por eso volví a consumir carne. Aunque no lo hago a diario, mi cuerpo se siente bien cuando lo hago de forma esporádica y con un producto de buena calidad.
¿A qué voy con esto?
El cambio para mí está en consumir carne, pollo o pescado que sé de dónde proviene, que está bien alimentado (con comida real y no concentrado) y que está bien mantenido/criado. Es decir, no en jaulas ni maltratados. Sé que es una decisión muy personal, pero realmente hace una gran diferencia.
Finalmente, y después de mi discurso sobre el pollo y la quínoa, los invito a que prueben esta delicia de plato.
Sólo necesitan 8 ingredientes (contando las especias), un horno y mucha paciencia para esperar a que estén listos. Así de fácil.
Si prueban esta receta, por favor háganmelo saber por medio #macabites en Instagram. Me encanta ver todas sus creaciones.
María Camila Mosos
Porciones: 1-2
20 minTiempo de preparación
20 minTiempo de cocción
40 minTiempo total
Ingredientes
- 250 gr de pechuga de pollo
- 1 1/2 taza de quínoa cocinada
- 3 cucharadas de harina de quínoa + agrega más si es necesario (puedes reemplazar por cualquier otra harina)
- 1 huevo grande (AA)
- 1/2 cucharadita de paprika en polvo
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones
- Si no tienes la quínoa preparada, pon a calentar agua en una olla a fuego medio para cocinarla. Si cocinas 1/2 taza de quínoa, pon 1 taza de agua con una pizca de sal. Espera a que hierva y agrega la quínoa. Espera a que hierva de nuevo, tapa y deja cocinar a fuego lento hasta que se seque el agua.
- Precalienta el horno a 175°C y alista una refractaria o bandeja para hornear para poner la quínoa apenas esté lista. Puedes ponerle papel parafinado o aluminio.
- Mientras tanto, seca bien el pollo y córtalo en pedacitos del tamaño que desees.
- Por un lado, pon la harina en un plato, bate el huevo en otro plato y deja otro plato libre para mezclar la quínoa horneada y las especias.
- Pon la quínoa en la bandeja/refractaria e introdúcela al horno por 20 minutos, revisando que no se queme.
- Cuando esté lista, deja enfriar por 5-7 minutos. Mientras tanto, pon el horno a 220°C.
- Cuando la quínoa esté más fría, mézclala bien con la paprika, el ajo, la sal y pimienta. Prueba y añade más especias si es necesario.
- Cubre los pedacitos de pollo primero con la harina, luego pásalos por el huevo y por último por la quínoa. Debes presionar suavemente para que la quínoa se adhiera bien.
- Ponlos en la misma bandeja e introdúcelos al horno cuando esté a 220°C. Hornea de 15 a 20 minutos dependiendo del grosor de los nuggets.
- Sirve y disfruta con tus dips favoritos.
NOTAS:
- Pueden usar cualquier tipo de harina. Yo usé harina de quínoa para mantenerlo libre de gluten y usar el mismo grano.
- Pueden usar cualquier cantidad de condimentos que deseen. También pueden agregar queso parmesano si les gusta.
- Si no se consumen de inmediato, no se mantendrán tan crocantes.
- No lo he intentado, pero para versiones vegetarianas podría funcionar con tofu.
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