Esta sopa mexicana es mi favorita y es muy fácil de preparar. Para su elaboración se utilizan ingredientes básicos pero, a pesar de su sencillez, tiene un sabor espectacular y complejo. La textura y cuerpo que le dan los tomates frescos y los diferentes toppings, hacen de este plato algo para todos los gustos. De hecho, sus colores me transportan de inmediato a México y, ¿qué mejor que viajar a otro país por medio de la comida que haces?. ¡in cre í ble!
Mi primer post
¿Por qué decidí abrir mi blog con esta receta?. En primer lugar, porque me encanta la comida mexicana, pues me lleva a otro nivel de felicidad con su variedad de sabores y texturas. En segundo lugar, me identifico con la sopa mexicana, sé que suena raro, pero me identifico porque da color a la vida de los demás, es alegre, cálida y a la vez fuerte (conoce más de mí). Por último, porque es picantica, dulce, ácida y salada al mismo tiempo. Además, si te gusta ponerle muchas cosas encima a las sopas (a mí me encanta), es la indicada para ti. Hice una versión vegetariana con quínoa por la consistencia ligera que le otorga y la sensación divertida en boca. Sin embargo, con pollo, como se hace tradicionalmente, ¡también es una bomba de sabor!
Por otra parte, no le basta con ser deliciosa sino que también es muy versátil. Es ideal para un almuerzo o cena cualquier día o, asimismo, puedes ofrecerla a tus invitados en una ocasión especial. Imagínate una tarde o noche mexicana, con manteles y platos de colores, nachos de entrada y después sopa mexicana…increíble, ¿no?. No hay forma de equivocarse con este plato, pues tus invitados deciden qué quieren ponerle a su sopa y comer todo lo que les gusta.
Se trata de creatividad
Igualmente, otra cosa que amo de la sopa mexicana es que me hace sentir satisfecha después de tomarla, ya que tiene el balance perfecto entre proteína, vegetales, carbohidratos y grasas buenas. Por lo tanto, es perfecta para una noche fría como las que Bogotá ha tenido últimamente…aunque también me gusta en la tarde porque puedo comer más.
Por último, me gustaría animarte a que te sientas libre de experimentar con los ingredientes. Siendo un plato tan fácil de hacer, da campo para probar cosas nuevas cada vez, pues de pronto la prefieres más picante (añadir chile con semillas). De igual forma, puedes intentar añadirle otros vegetales como el pimentón, otros tipos de proteínas o, por ejemplo, mezclar un poco de quínoa y pollo en un mismo plato. ¡Boom!
María Camila
Porciones: 5-6 personas
15 minTiempo de preparación
1 hrTiempo de cocción
1 hr, 15 Tiempo total
Ingredientes
- 15 tomates medianos muy maduros
- 1 cebolla cabezona
- 2 dientes de ajo
- 2 tazas de agua o caldo de vegetales
- 1/2 chile picante sin semillas
- 1 cucharada de paprika
- 1 cucharada de orégano
- 3 cucharadas de miel (puedes reemplazar por azúcar)
- Sal y pimienta
- 1 taza de quinua cocida
- 1 lata de maíz tierno
- Aguacate
- Queso
- Cilantro
- Rodajas de chile picante sin semillas
- Chips de maíz o totopos
Instrucciones
- Pica la cebolla en cubitos y calienta una olla grande a fuego medio. Añade aceite de oliva y cuando esté caliente agrega la cebolla.
- Mientras la cebolla se dora, corta los tomates en octavos.
- Agrega los tomates a la misma olla donde está la cebolla.
- Añade los dientes de ajo finamente picados, la paprika, el orégano, el endulzante, la sal y la pimienta. Tapa y deja cocinar a fuego lento hasta que los tomates suelten su jugo, estén suaves y la piel se les haya desprendido en su mayoría.
- Licúa el contenido de la olla hasta que tenga una consistencia homogénea. Recuerda quitar la tapita de la licuadora para que no explote por el calor.
- Pruébala y ajusta sabores. Transfiere la sopa de nuevo a la olla y agrega el agua o caldo de vegetales a tu gusto, cuidando que no quede demasiado líquida.
- Deja hervir a fuego lento por 15 minutos.
- ¡Sirve y agrega la quinua y los demás toppings que desees!
NOTAS:
- Si no te gusta que quede con restos de pepitas o cáscaritas que la licuadora no licúa, utiliza un colador (aunque son casi imperceptibles y le dan textura).
- Es muy importante que los tomates estén bien maduros para que su nivel de acidez no sea tan alto y se le agregue poco endulzante a la sopa.
- Si no quieres endulzarlo, intenta quitando las pepas y la cáscara a los tomates. Sin embargo, debes usar más tomates en este caso.
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