
Te doy la bienvenida a un viaje culinario lleno de sabores fascinantes y beneficios nutricionales. Vamos a explorar el maravilloso mundo de la fermentación, nos adentraremos en el apasionante universo del tempeh y descubriremos por qué la salsa de maní es una pareja perfecta para este alimento fermentado. ¡Prepárate para deleitar tus sentidos!
La Magia de la Fermentación
La fermentación es un arte culinario milenario que ha cautivado a culturas de todo el mundo. Es un proceso de transformación que combina la acción de microorganismos y el tiempo para crear sabores únicos y mejorar la conservación de los alimentos. Es como una sinfonía invisible en la que bacterias, levaduras y hongos se unen para crear verdaderas obras maestras gastronómicas. Algunos ejemplos son el miso, chucrut, kombucha, kefir, yogurt y, por supuesto, el tempeh.
El Encanto del Tempeh
Uno de los protagonistas de la fermentación es el tempeh, un alimento versátil y lleno de bondades para la salud. El tempeh se obtiene a través de la fermentación de granos de soja con un hongo llamado Rhizopus oligosporus. Esta simbiosis da como resultado una masa compacta y blanca, llena de proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales. ¡Es un alimento súper nutritivo!
Este alimento fermentado es conocido por ser una excelente fuente de proteínas vegetales de alta calidad. Es rico en aminoácidos esenciales, lo que lo convierte en un sustituto ideal de la carne para las personas que siguen una dieta vegana o vegetariana. Además, el tempeh contiene fibra, vitaminas del complejo B, minerales como el hierro y el calcio, y compuestos bioactivos que pueden beneficiar la salud.
El tempeh tiene una textura firme y ligeramente masticable, lo que lo convierte en un ingrediente versátil para utilizar en una variedad de platos. Se puede cortar en rebanadas y asar a la parrilla, freír o marinar para agregarlo a ensaladas, sándwiches, guisos, salteados y más. También es común utilizarlo como base para hamburguesas vegetales o desmenuzarlo para simular una “carne” molida en recetas.
Además de su valor nutricional, el tempeh es apreciado por su sabor único y complejo. Tiene un sabor a nuez y una ligera acidez, que se equilibra bien con una variedad de condimentos y especias. Su versatilidad en la cocina y su capacidad para absorber sabores lo convierten en un ingrediente muy popular en la cocina vegana y vegetariana.

El Tempeh y la Salsa de Maní: Una Combinación Divina
Pero, ¿qué hace que el tempeh sea aún más delicioso? ¡La respuesta está en la irresistible salsa de maní! Esta maravillosa salsa agrega un toque agridulce y cremoso que realza los sabores del tempeh. La suavidad y el dulzor de la salsa de maní contrastan con la firmeza y el sabor a nuez del tempeh, creando una sinfonía de sabores en cada bocado.
La salsa de maní no solo aporta un sabor excepcional, sino que también complementa el perfil nutricional del tempeh. La combinación de proteínas vegetales y grasas saludables del tempeh con la cremosidad y los nutrientes de la salsa de maní crea una experiencia completa y satisfactoria.
Además, la salsa de maní es versátil y se puede adaptar según tus preferencias. Puedes agregar toques de picante con chiles o sriracha, darle un toque ácido con limón o vinagre de arroz, o añadir profundidad con ajo y jengibre. ¡Deja volar tu imaginación y experimenta con diferentes sabores!
¿Qué necesitas para la salsa?
Combinar elementos con diferentes perfiles de sabor. Piensa de esta manera: sal – salsa de soya, ácido – vinagre de arroz o de manzana, dulce – panela, profundidad – ajo y jengibre. ¡Es perfecta!
Lo más increíble es que solo debes mezclar todos los ingredientes con un poco de agua y ya tienes una opción deliciosa no solo para esta receta, sino para ensaladas, rollitos primavera o pasta. Si no consumes maní, puedes reemplazar por otras cremas de nueces o semillas como mantequilla de almendras, mantequilla de marañón o tahini. Te aseguro que te va a encantar.

Aprende a preparar tu propia mantequilla de maní casera en este post.
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María Camila Mosos
10 minTiempo de preparación
20 minTiempo de cocción
30 minTiempo total
Ingredientes
- 200g tempeh
- 100 g shiitakes frescos
- 3-4 dientes de ajo
- 1 cm de jengibre fresco
- Zumo de 1/2 o 1 limón
- Aceite de ajonjolí o de oliva
- 2 cucharadas de mantequilla de maní natural
- 2 cucharaditas de salsa de soya
- 2 cucharaditas de vinagre de arroz o de manzana
- 1 cucharadita de melado o panela molida
- Pizca de sal
- 3-4 cucharadas de agua (o hasta lograr consistencia deseada)
Instrucciones
- Corta el tempeh en cubitos de 1cm x 1 cm y los shiitakes en láminas no muy delgadas.
- Pica el ajo en láminas delgadas y el jengibre en cubitos. Puedes rallar ambos también.
- Calienta una sartén o wok y agrega el tempeh con los hongos y un poco de aceite de ajonjolí o de oliva. Deja cocinar a fuego medio hasta que estén ligeramente dorados.
- Mientras tanto, mezcla en un tazón todos los ingredientes de la lista para la salsa hasta que obtengas una textura suave, cremosa y homogénea.
- Agrega al wok el jengibre y el ajo y deja cocinar un par de minutos. Luego agrega la salsa de maní y si es necesario un poco más de agua.
- Prueba y ajusta sabores. Finaliza con zumo de limón.
- Sirve y acompaña con ensalada y algún carbohidrato de tu elección, si lo deseas.
Notas
- Usa esta salsa para preparar otras proteínas vegetales como el tofu. - Haz ajustes a los sabores, ve probando y si quieres agrega alguna salsa picante. - Puedes usar mantequillas de otros frutos secos.
Espero que la hagas y la disfrutes tanto como yo, de verdad es espectacular. Recuerda que si haces esta receta me encantaría verla por medio de #macabites o @maca_bites en Instagram. Deja tus dudas o comentarios en este post también
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